19 de septiembre de 2013

Harry Beck y el metro de Londres



Si alguna vez has viajado a Londres, seguro que habrás montado en su metro. Quizás hayas estado en muchas ciudades con ese servicio, pero es innegable que el de la capital inglesa es especial. Su sorprendente forma de tubo habrá causado más de un ataque de claustrofobia entre sus pasajeros, pero, ¿por qué tiene esa forma?

Para entender lo angosto de su trazado, tenemos que remitirnos a sus orígenes, más de 150 años atrás, cuando perforar el subsuelo de las grandes urbes era una ardua tarea y los túneles trazados eran muy precarios. En la superficie, 50.000 carruajes de caballos se desplazaban cada día en la ciudad más poblada del continente, donde sus habitantes sufrían condiciones de hacinamiento. Así pues, fuertes brotes de cólera causaron la muerte de miles de londinenses a mediados del siglo XIX.

Para aliviar la congestión, un grupo de intrépidos ingenieros emprendieron un gran proyecto: la creación del metro de Londres, el más antiguo del planeta. La iniciativa fue duramente criticada nada más plantearse, allá por 1.860. En palabras del reverendo protestante John Cumming: "El fin del mundo se acelerará con la construcción  de estos ferrocarriles que descienden a regiones infernales y por tanto molestan al Diablo"

No obstante, su eficacia, rapidez y relativa comodidad popularizaron inmediatamente el metro londinense, que en poco tiempo multiplicó su número de líneas y amplió su red de transporte por toda la ciudad. Esto llevó a una difícil situación, ya que a principios del siglo XX había 6 compañías que explotaban las diferentes líneas de metro, causando innumerables dolores de cabeza a sus usuarios, que tenían que salir a la superficie y caminar cierta distancia para realizar un trasbordo o coleccionar mapas de las distintas operadoras, ya que cada una ofrecía uno distinto con los tramos que cubría.

No fue hasta 1.908 que Underground Electric Railways Company of London Limited (UERL) publicó el primer mapa combinado, junto 4 compañías más. Adoptaron el nombre de "Underground" y era un compendio de 8 líneas: 4 operadas por UERL y las otras cuatro operadas cada una por una compañía distinta.

Así se mostraba el mapa del metro de Londres en 1.908:

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En este primer mapa se puede observar cómo las diferentes líneas de metro se superponen a un mapa de la ciudad, donde figuran los nombres de las calles de Londres. Los itinerarios de cada linea siguen fielmente los recorridos que éstas hacen, dotando al mapa del metro de rigurosidad geográfica en todo momento.

Esta rigurosidad, a pesar de que en un primer momento puede parecer algo positivo, generaba ciertos inconvenientes: el área central del mapa no se puede apreciar con claridad, mientras que los extremos de ciertas líneas se cortan y se salen del mapa.

Así pues en 1933, el ingeniero eléctrico Harry Beck, trabajador del metro de Londres, plantea su diseño. Beck se percató de que a los viajeros, lo que les interesaba era ir de una estación a otra, por lo que el recorrido que realizaba el metro entre ellas era irrelevante. Se basó en diagramas de circuitos para simplificar el mapa y se limitó al uso de segmentos rectos (verticales, horizontales o diagonales). Utilizó un código de colores para la distinción de cada linea y creó dos rangos de estaciones: las estaciones Standard, marcadas con un guión en el mapa y las estaciones con intercambiadores, marcadas con un rombo.

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El rompedor diseño de Beck no convenció del todo a los dirigentes del metro, pero la distribución del mapa en un panfleto causó furor en Londres, popularizándolo enormemente y convirtiéndose en el modelo a seguir hasta el día de hoy. Beck mejoró y actualizó en varias ocasiones su mapa de metro en los años posteriores, presentando su último proyecto en 1960.

De este modo, Harry Beck cambió la manera de concebir un plano de transporte, con una idea tan brillante, que rara es la ciudad del mundo que no expone su red de transportes en un plano con rejilla ortogonal:



De izquierda a derecha y de arriba abajo: Barcelona, Berlín, París y Moscú.
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18 de septiembre de 2013

Otl Aicher, el genio de Ulm

Otl Aicher (Ulm 1922, Rotis 1991) fue un importante diseñador gráfico alemán que logró una repercusión mundial por su trabajo. No tuvo una juventud fácil: le tocó crecer en la Alemania nazi y vio cómo amigos y compañeros suyos morían ejecutados a manos del nazismo por pertenecer a la resistencia. Otl Aicher también se oponía a los nazis, de hecho le costó un arresto en 1937 por negarse a ingresar en las juventudes de Hitler.

Fue al acabar la Segunda Guerra Mundial cuando empezó a cursar sus estudios de escultura en la ciudad de Múnich, para, posteriormente en el año 1947, abrir su propio estudio en Ulm. Años más tarde, en 1953, Aicher fundó junto con otros diseñadores una escuela de diseño, precisamente en la ciudad de Ulm. Durante el periodo que estuvo abierta, fue un referente a nivel europeo, debido a su gran innovación y al nuevo enfoque que se le dio al diseño, creando un plan de estudios donde los alumnos experimentaban con las distintas vertientes que ofrece éste.

La escuela de diseño de Ulm participó en colaboraciones con las principales firmas alemanas, tales como Braun o Lufthansa, y mantuvo una alta actividad hasta su cierre en el año 1967, causado por conflictos internos entre directivos y por la falta de fondos que financiasen la actividad académica.

A continuación, nos vamos a centrar en la obra de Otl Aicher, viendo algunos de sus diseños más conocidos. Por ejemplo, sin ir más lejos, seguro que conocerás los siguientes pictogramas:



Sí, son los de los juegos olímpicos. Quizás nunca te hayas parado a pensar en su historia, porque, claro está, no han existido siempre y alguien los ha tenido que crear. Puede que no sean una obra de arte a nivel artístico, pero tienen un valor innegable en la concepción de su diseño. Y es que no resulta fácil conseguir que con “cuatro palos” cualquier persona, de cualquier parte del mundo, identifique los deportes a los que hacen referencia estos pictogramas. Esto es vital en eventos de talla mundial, como así son los juegos olímpicos.

Los pictogramas sufren variaciones cada 4 años, con la celebración de una nueva olimpiada, pero nadie en el mundo del diseño gráfico duda que los que sirven como referente son los de Múnich ’72, creados por el director de la Escuela Superior de Grafismo de Ulm, Otl Aicher. El concepto era muy claro: generar las posiciones de los deportistas en acción mediante el uso limitado de líneas inclinadas 90º y 45º, así como circunferencias para la cabeza y articulaciones. Otl Aicher dejó de lado todo artificio innecesario y prefirió evitar el uso de color.
Pero lógicamente no fueron estos pictogramas la única obra del fundador de la Escuela de Ulm. Otl Aicher también es responsable de reconocibles logos y grafismos que todavía perduran entre nosotros a día de hoy. Ejemplos de ello son el logo de la compañía aérea Lufthansa y quizás más cercano a nosotros el logo del metro de Bilbao.

En el primer caso, Otl Aicher recibe un encargo de la compañía aérea Lufhtansa para el rediseño de su imagen corporativa. Si bien el concepto original pertenece a Otto Firle, quien lo ideó en los años 20, Aicher propone en 1962 un cambio de imagen a la aerolínea de la grulla. Introdujo variaciones en la gama de colores, la tipografía y la retícula que hacía servir. No obstante, uno de los aspectos que el diseñador no logró cambiar fue precisamente la grulla.

En su plan estaba modificarla, creando un ave más estilizada (creía que era un símbolo que no concordaba con la modernidad de los aviones) o bien suprimirla, pero topó con la negativa frontal de la corporación, que decidió mantenerla, y así continúa a día de hoy.

En el segundo caso, Otl Aicher creó la imagen del metro de Bilbao teniendo en cuenta la filosofía de la arquitectura de Norman Foster, el arquitecto responsable de dicha obra. Para el logo del metro, eligió 3 círculos que se desplazan unos dentro de otros, siendo cada vez de mayor grosor.


Este es un recurso que se utiliza en numerosas composiciones para que el conjunto adquiera sensación de movimiento, muy acorde con lo que representa el suburbano. Los 3 aros no fueron elegidos al azar, para Otl Aicher tienen una razón de ser: representan los túneles del metro de Bilbao así como sus ruedas en movimiento.

Por último, la que es probablemente, la obra más popular del diseñador: los iconos del baño. De hecho, él, es el responsable de que cuando necesitemos ir al baño cuando estamos fuera de casa, busquemos con gran urgencia los siguientes pictogramas:



Claros y concisos, no se necesita nada más para localizar los servicios. Y la prueba de su funcionalidad se encuentra en los bares, restaurantes y edificios públicos así como privados de medio mundo, donde se han convertido en indispensables.

Este es el legado de Otl Aicher, lleno de diseños que perduran en el tiempo a pesar de su muerte. Fue sin duda uno de los personajes más trascendentales en el campo del diseño del siglo XX, con la creación de la escuela de Ulm y sus prolíficas obras personales.

Bienvenidos


¡Bienvenidos a mi blog! Antes de nada, me presento. Soy Raúl Escorihuela, estudiante de diseño industrial en la UPC de Vilanova i la Geltrú. Para que te hagas una idea de quién soy, diré que he nacido y vivido en Barcelona toda mi vida, 20 años ya. Llevo un TroncoNokia en el bolsillo y no tengo tarjeta de crédito. En cuanto a cine, me gustan las pelis de los hermanos Marx, aunque mi favorita será siempe "Atrapado en el Tiempo". Escucho Mägo de Oz, Dover y Delafé y las Flores Azules y desde hace una semana soy socio de Greenpeace.

En este espacio me centraré en el diseño gráfico, veremos algún diseño que me haya llamado la atención y personajes que, por un motivo u otro, me han sorprendido en este campo. Si veo la opción, probaré a traeros entradas sobre publicidad porque es un tema que me atrae mucho y también miraré de hacerle un huequecito al diseño de producto, que hay que dar a conocer un poco la carrera!

En definitiva, cuando alguien abra el tarro de las esencias y me haga volar la imaginación, intentaré capturarlo y lo plasmaré en unas lineas para entretenerte un rato.

¡Nada más, bienvenido y gracias por leer este blog!